LA DAMA DRAGÓN
La madre que intimida a sus hijos con explosiones emocionales es una clase común de mujer “loca”.
Esta madre intimida a sus hijas por medio del miedo y las perturba con su ira. Cuando se les contraría reaccionan de manera exagerada, con una emotividad extrema, a fin de gobernar la familia con mano de hierro.
Siempre tiene la íntima convicción de que actúa correctamente, por ello permanentemente dicta clases sobre cómo deben hacerse las cosas. Si la hija es apacible, se siente avergonzada hacia la insensibilidad con que su madre trata a los demás.
La obsesión de la dama Dragón radica en ostentar la última palabra; es capaz de exigirla a gritos hasta que al fin obtiene la razón. Es abusadora y tirana, mandona, además invade a sus hijos con juicios críticos. La vergüenza y la humillación son dos de sus mejores estrategias y ella sabe cómo lograr que sus hijos se sientan culpables.
Es una experta en hacer que los otros se sientan desvalidos. A diferencia de la Reina de Hielo, la dama Dragón es apasionada, pero su ardor gira alrededor de sí misma. Su pasión es fría en su núcleo que quema como el hielo seco.
A menudo, estas madres se sienten celosas de los logros de sus hijas y son intolerantes con las diferencias que tienen con ellas. Las hijas de estas madres viven ocupadas tratando de defenderse, ya que es difícil que logren relacionarse a nivel humano entre ambas.
Debido al poder explosivo de la dama Dragón, puede tratarse de una mujer temerosa o de una niña abusada o abandonada. Por miedo a ser herida nuevamente, ella ataca. Debido a que sufre por los recuerdos de menosprecio, cualquier intento que se haga para calmarla es interpretado como si ella fuese el blanco de las críticas. Sólo se siente viva cuando está enojada. Si se removiese su ira, perdería su sentido de identidad.
Para curarse, la dama dragón debe trabajar en percatarse de lo que ella le hace a los demás. Si pudiera ver las consecuencias de su ira y reconocer que ella contribuye a tener los problemas que tiene, la dama Dragón podría cambiar.