EL ESCRUTADOR DE ALMAS

Lida Prypchan
2 min readApr 24, 2022
Emilio Villalba — @emilio_villalba

Lo que más admiro del señor J. M. es su capacidad para escrutarle el alma a quienes lo rodean. Al primer contacto, una mirada, unas cuantas frases, un apretón de manos y ya J. M. sabe quién es la otra persona. Siempre le digo que debería trabajar en las oficinas de identificación. En medio de nuestras conversaciones, su usual escudriñamiento de almas llega a tan alto nivel, que me quita las palabras de los labios, nos reímos y él rápido entiende de qué me estoy riendo.

Otra de sus cualidades es su gran capacidad para cultivar la amistad. Muy al contrario de lo que se pueda pensar de un hombre tan perceptivo — que debería ser cariñoso, demostrativo y empalagoso — en cambio es parco, al punto de parecer a veces poco diplomático.

No debe uno escribir acerca de los muertos, porque así se une uno a la mala costumbre, ya general, de reconocer las virtudes ajenas cuando el interesado ya no puede regocijarse. Por eso, mucho antes del encuentro del señor J. M. con la otra vida, le rindo este cálido homenaje, no sólo porque se lo merece, sino porque es necesario acabar con el mito según el cual los seres humanos valemos más cuando estamos varios metros bajo tierra.

Lo interesante es escribir acerca de un ser vivo, cuya personalidad llamativa nos inspire, manteniendo en secreto la verdadera identidad del sujeto en cuestión; de lo contrario, sería adulación y nada más, lo que estaría alejado de mi real intención, que es el culto a la nobleza; la adulación, no tiene cabida en las personas que aman la inocencia.

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Lida Prypchan

Psychiatrist & Writer — Writing and meditating at the intersection of psychiatry, philosophy, Buddhism and the arts. More information at www.lidaprypchan.com